Artículo innovaciones en el tratamiento de melasma | Tiempo de lectura: 15 a 18 min. | 3 de agosto 2023

Innovaciones en el tratamiento
de melasma (paño)

En el siguiente artículo podrás encontrar información relevante sobre melasma para su abordaje y tratamiento.

Introducción y epidemiología

El melasma, cloasma o paño es un problema estético que puede afectar la autoestima y provocar rechazo a mostrar las zonas de la piel afectadas; se trata de una afección relativamente común en las mujeres (90% de los casos), especialmente en aquellas de piel más oscura (fototipos cutáneos III-V de Fitzpatrick) y de mediana edad, entre los 30 y 40 años de edad, aunque en los últimos años se ha incrementado en los hombres. El presentar antecedentes heredofamiliares aumenta la probabilidad de padecerlo, principalmente en los varones.1,2
Consulta aquí la Calculadora de Fitzpatrick

El melasma, cloasma o paño es un problema estético que puede afectar la autoestima y provocar rechazo

Factores predisponentes y fisiopatología

La patogenia del melasma no es del todo conocida, sin embargo, se conocen varios factores que contribuyen a la activación de las células encargadas de la pigmentación de la piel (melanocitos) que interactúan con los queratinocitos, los fibroblastos dérmicos y las células endoteliales vasculares:​1-3​

Factores del

melasma

Genéticos.
Pacientes con disfunción tiroidea.
Uso de fármacos fototóxicos.
Exposición prolongada a la radiación ultravioleta.
Uso de cosméticos que causan algún proceso irritativo o alérgico.
Cambios hormonales: uso de anticonceptivos (niveles de estrógenos), embarazo (niveles de progesterona), terapia hormonal sustitutiva, terapia estrogénica en pacientes con cáncer de próstata.
Situaciones que generan estrés y pueden empeorar el melasma ya existente y hacerlo resistente al tratamiento.

Diagnóstico: patrones de melasma

El diagnóstico del melasma es clínico; la presentación típica es en el rostro, con zonas de hiperpigmentación (simétrica) que pueden ir desde un color marrón hasta gris azulado; no hay síntomas asociados como prurito, dolor, quemazón ni alteraciones de la sensibilidad. Pueden verse afectadas varias zonas del rostro: centrofacial (66%) que corresponde a la frente, nariz, mentón, zona supralabial y parte central de las mejillas; la zona malar (20%): mejillas y nariz, y el área mandibular (15%).​1​

La luz de Wood puede tener utilidad para el diagnóstico diferencial y el pronóstico, ya que acentúa los cambios de pigmentación por depósitos de melanina, con base en el examen con la luz de Wood, el melasma se divide en cuatro tipos:​​4​

1

Tipo epidérmico

Típicamente de color marrón claro, con la luz de Wood se acentúa el contraste y en la histología se observan depósitos de melanina en la capa basal y suprabasal de la epidermis.

2

Tipo dérmico

Afecta a la dermis superficial y media; a la luz normal se observan lesiones pálidas grisáceas azuladas. Al exponerse a la luz de Wood no se acentúa el contraste e histológicamente se observan macrófagos cargados de melanina de localización perivascular.

3

Tipo mixto

Generalmente es de color marrón oscuro bajo la luz normal, con luz de Wood se acentúa el contraste sólo de algunas zonas y en su histología existe depósito de melanina en la dermis y epidermis.

4

Indeterminado

Se presenta en pacientes de piel oscura; con iluminación normal o luz de Wood las lesiones no suelen distinguirse con facilidad; y en su histología se encuentran depósitos de melanina predominante en dermis.

Severidad: índice MASI

La severidad del melasma se puede documentar clínicamente con base en la superficie afectada, el color, la homogeneidad de la mancha y por el tiempo de evolución. Se clasifica en leve, moderado y severo.

Un método clinimétrico que permite establecer con precisión la severidad es el Melasma Area and Severity Index (MASI, calculadora) sobre Índice MASI, la cual divide el rostro en cuatro áreas y a cada una le corresponde un porcentaje de la superficie total de la cara.​⁴​ Además del porcentaje del área afectada evalúa el oscurecimiento o intensidad de la pigmentación y la homogeneidad de la misma.

Tratamientos actuales

El melasma se ha tratado con agentes tópicos que incluyen hidroquinona, tretinoína, glucocorticoides y otras formulaciones, y a pesar de que la hidroquinona ha sido la terapia de primera línea durante mucho tiempo los efectos adversos no deseados han llevado al uso de alternativas más seguras.2

En la actualidad se ha estudiado el papel de la metformina tópica, formulada al 30% en una solución de alcohol y propilenglicol, en el tratamiento de trastornos que cursen con hiperpigmentación cutánea, debido a que reduce la expresión de la tirosinasa (la proteína relacionada con tirosina la TRP-1 y la TRP-2) lo que disminuye la producción local de melanina y con ello la hiperpigmentación. Se ha demostrado su eficacia únicamente en la aplicación tópica, sin obtener mejoría al administrar el fármaco por vía sistémica.5

El metimazol (MMI) ha llamado la atención debido a su efecto despigmentante al inhibir la peroxidasa y la tirosina (observado en estudios experimentales); en un estudio realizado en mujeres con diagnóstico de melasma y que no habían usado ningún tratamiento (tópico o sistémico) en el mes previo para dicha entidad, se valoró el efecto despigmentante y la seguridad del MMI a través de sesiones de microagujas transportadas por dermapen más el uso tópico (crema de MMI al 5%), los resultados mostraron una mejora de la puntuación hemi-MASI en el lado de la cara tratado con MMI resultando 10% de casos con muy buenas respuestas y 37% de casos con buenas respuestas al tratamiento.6.7

Una terapia que se implementó es el microneedling que se aplicó para el tratamiento de las cicatrices del acné y laxitud de la piel

Otra terapia que se ha implementado es el microneedling, que se desarrolló por primera vez para tratar las cicatrices del acné y la laxitud de la piel, sin embargo, se percibió una mejora en la hiperpigmentación posinflamatoria y el melasma; su mecanismo no se conoce por completo, aunque se ha observado que después del procedimiento se produce una proliferación temprana de queratinocitos, aumentando la eliminación transcutánea de melanina.

Diversos ensayos clínicos han explorado el uso de tecnologías de luz y láser para tratar el melasma; el láser más utilizado es el Nd-YAG Q-Switched en modo tonificante con el que se producen pulsos con un pico de energía extremadamente alto en un tiempo muy corto (nanosegundos), teniendo como resultado la destrucción de la melanina por un efecto fotoacústico.

Conclusión

El tratamiento del melasma es un desafío, ya que las manchas no desaparecen por completo en la mayoría de los pacientes y las recurrencias son frecuentes. El tratamiento de primera línea es una rigurosa protección solar diaria así como la asociación de protectores solares con color y agentes blanqueadores tópicos.

Está en investigación nuevos y más efectivos tratamientos para el melasma y la combinación de diferentes mecanismos de acción de los fármacos disponibles, se consideran prometedoras las estrategias que reducen el estrés oxidativo local y sistémico, ya que:

  • Estabilizan los mastocitos de la dermis superior.
  • Disminuyen la melanogénesis sin toxicidad para los melanocitos.
  • Eliminan la melanina epidérmica sin estímulo inflamatorio.
  • Revierten la senescencia e inducen la autofagia.
  • Por lo tanto, el desarrollo de estrategias efectivas en el tratamiento y prevención dependerán de una mejor comprensión de la fisiopatología del melasma. 7

    Referencias

    1. Juárez Jiménez MaV, De La Cruz Villamayor JA, Bravo Bravo AJ. REPASANDO EN AP. Puntos clave en los ejercicios Kegel. Med fam Andal. 2017;18:168-75.
    2. Piętowska Z, Nowicka D, Szepietowski JC. Understanding Melasma-How Can Pharmacology and Cosmetology Procedures and Prevention Help to Achieve Optimal Treatment Results? A Narrative Review. Int J Environ Res Public Health [Internet]. El 1 de octubre de 2022;19(19):12084. [Citado el 25 de julio de 2023]. Disponible en: /pmc/articles/PMC9564742/
    3. Sarkar R, Bansal A, Ailawadi P. Future therapies in melasma: What lies ahead? Indian J Dermatol Venereol Leprol [Internet]. El 1 de enero de 2020;86(1):8. [Citado el 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://ijdvl.com/future-therapies-in-melasma-what-lies-ahead/
    4. Arellano-Mendoza I, Arias-Gómez I, Fernando Barba-Gómez J, Elizondo-Rodríguez A, García-Vargas A, Garza-Buentello E et al. Consenso Dermatología CMQ. 2007;5(2):112-122 Melasma: Consenso del Grupo Mexicano para el Estudio de los Trastornos Pigmentarios. Disponible en: https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=56022
    5. Monte-Serrano J, Villagrasa-Boli P, Cruañes-Monferrer J, Arbués-Espinosa P, Martínez-Cisneros S, García-Gil MF. Metformina en el tratamiento de enfermedades dermatológicas: una revisión narrativa. Aten Primaria [Internet]. El 1 de junio de 2022;54(6):102354. [Citado el 26 de julio de 2023]. Disponible en: /pmc/articles/PMC9111182/
    6. Farag A, Hammam M, Alnaidany N, Badr E, Elshaib M, El-Swah A et al. Methimazole in the Treatment of Melasma: A Clinical and Dermascopic Study. J Clin Aesthet Dermatol [Internet]. El 1 de febrero de 2021;14(2):14. [Citado el 26 de julio de 2023]. Disponible en: /pmc/articles/PMC8211339/
    7. Cassiano DP, Espósito ACC, da Silva CN, Lima PB, Dias JAF, Hassun K, et al. Update on Melasma—Part II: Treatment. Dermatol Ther (Heidelb) [Internet]. El 1 de septiembre de 2022;12(9):1989. [Citado el 26 de julio de 2023]. Disponible en: /pmc/articles/PMC9464276/

    Artículo escrito por:
    Dra. Viridiana Martínez Miranda
    Médica cirujana de la Universidad Nacional Autónoma de México con experiencia profesional en práctica clínica, comunicación médica y divulgación científica.
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